volcán
domingo, 2 de noviembre de 2014
Et verbum caro factum est
"Te quiero", dijo, y dentro de sus entrañas comenzó a escucharse un leve borboteo, como líquido que alcanza la temperatura de ebullición.
"Te quiero", repitió, y la materia en su interior se contraía, condensándose en energía inversa, a punto de implosionar.
"Te quiero", decía, mientras con un pañuelo trataba de borrar de forma apresurada las huellas de su crimen.
"¡Te quiero!" repitió, y una gota carmesí se deslizaba por la comisura de sus labios.
"Te quiero", exclamó una vez más, antes de arrojar violentamente por la boca un géiser de mentiras mezcladas con pedazos de vísceras, sangre y sucios excrementos.
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